top of page

Creadores de sentido

Somos esencialmente creadores de historias. Constructores de sentido!


Lo sepamos o no, somos y siempre hemos sido artistas.


El mundo y todo lo que en él habita se nos presenta como un paño en blanco sobre el cual nosotros proyectamos colores, olores , melodias, relatos, historias …Y luego creemos que todo eso realmente proviene de la realidad, de las personas, de las situaciones …


A diferencia de otros animales, rara vez nos conectamos con la experiencia directa, sin intermedio de la estructura creadora de sentidos.


Tenemos un impresionante y completísimo atelier ubicado en nuestra mente.

Desde allí, mezclamos sensaciones táctiles, olfativas con melodías, colores, paisajes, recuerdos, deseos, temores, expectativas … creamos mezclas con las que luego pintamos a personas, trabajos, momentos de nuestra vida …


Pero no sólo creamos y otorgamos sentidos a los demás, también lo hacemos con nosotros mismos. Nos inventamos características, armamos personajes y desempeñamos esos roles de manera más o menos estable. Más o menos cambiante.

Si sostenemos un rol de una forma relativamente constante, puede que creamos que somos nosotros y lo llamemos “identidad”. Sin embargo, no deja de ser otra creación producto de la asociación entre diferentes piezas de información.


Lacan postulaba: “amar es dar lo que no se tiene a quien no es”, dejando en claro que, por un lado, ni nosotros somos ni tenemos lo que creemos ser y tener. Ni el otro es lo que creemos que es… nos relacionamos desde una construcción para con otra construcción.


Nada que no hubiesen advertido ya los estoicos o el budismo un par de milenios antes.


La psicoterapia cognitiva abrazó estos postulados y nos recordó que no nos relacionamos con eventos reales, sino con la interpretación que hacemos de ellos.


El conductismo se desenlazó de la idea de mente y destacó cómo la realidad que experimentamos está determinada por aprendizajes que se van instalando en la medida en la que interactuamos con distintos estímulos y éstos producen determinadas consecuencias en determinados contextos.


Podemos pasar por esta existencia sin jamás haber sido concientes de nuestras extraordinarias dotes como artistas!


Ese amor al que pintamos con virtuosas cualidades; al que asociamos canciones, olores, lugares… sobre el cual creamos historias poéticas, dramas elaborados…


Ese lugarcito en el mundo que a nadie le importa, pero que  nosotros llenamos de sentido! Que dibujamos con nuestra niñez, que le aumentamos el brillo, le redujimos el ruido, le resaltamos sus aspectos nobles e invisibilizamos los desfavorables.


Esa persona nunca fue esa persona. Ese lugar nunca fue ese lugar. Ese momento nunca fue ese momento. Nosotros nunca fuimos nosotros.

Todas han sido construcciones artísticas que hemos hecho sin saberlo. Y reaccionamos a ellas cual si fuesen un hecho concreto y tangible.


Ser artistas y artesanos de nuestra vida nos da un poder INMENSO! Poder que podemos usar para construir drama y catástrofe, o para escribir una historia que valga la pena vivir y, luego, recordar.


Hasta la muerte es vista por muchos como el peor de los terrores, mientras que otros la ven como la posibilidad de trascendencia o de un cierre heroico …


En fin, en tanto humanos, siempre crearemos relaciones, asociaciones y construiremos historias. No podemos acceder a una realidad última. Pero sí podemos aprender a mejorar nuestros talentos artísticos para escribir una historia mejor!

Comentarios


Lic. Juan Pablo Kovacevich

bottom of page