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El problema del "Origen" de mi malestar

Cuántas veces te preguntaste ¿por qué me pasa esto? ¿qué lo causó? cuál es su origen? con el vivo deseo de que la respuesta a esta pregunta traiga finalmente el alivio.


En psicoterapia es harto frecuente creer que para poder resolver conflictos, cambiar patrones de comportamiento o dejar atrás viejos sufrimientos, es imperioso entender por qué nos pasa lo que nos pasa. La búsqueda del origen de nuestro sufrimiento puede resultar más seductora que las variables que lo mantienen en el presente; que lo cronifican y promueven su repetición constante.


Muchos abordajes psicoterapéuticos plantean la necesidad de conocer el origen de las cosas para poder influir sobre ellas.


Lo cierto es que saber por qué nos pasa lo que nos pasa - si es que realmente alguna vez llegamos a saberlo con exactitud - no garantiza que sepamos cómo modificarlo.

Desde un punto de vista clínico, no es imprescindible conocer la génesis de un problema para poder actuar sobre él y generar los cambios buscados; suele ser más útil comprender qué dispara y mantiene aquello que queremos cambiar.


Querer conocer la historia detrás de nuestros síntomas no está mal; bajo ningún concepto es algo de lo que debiéramos desistir. Es un ejercicio lícito y útil. Puede ayudarnos a comprender mejor nuestra historia, nuestra biografía; pero no es por sí mismo una forma de generar cambios y romper con viejos patrones.


Me parece útil separar los aspectos más filosóficos de aquellos más pragmáticos y orientados a la resolución de lo que nos genera malestar. Uno puede ser un ejercicio más eminentemente reflexivo y teórico, mientras que el segundo es esencialmente práctico.


Para generar cambios deseados, es necesario centrar el foco en por qué y para qué tiene lugar un cierto comportamiento en el momento presente. Es imprescindible aprender a reconocer qué situaciones anteceden y disparan pensamientos, emociones y sensaciones corporales; de qué forma actuamos para lidiar con estas experiencias internas, y cuáles son las consecuencias en el corto y en el largo plazo de comportarnos de tal manera. A su vez, es de suma importancia pensar alternativas más alineadas con los cambios que estamos buscando.


Estos loops comportamentales - hacer siempre lo mismo en ciertas situaciones aunque sólo nos termine haciendo sentir peor - sin duda pueden tener su punto de partida en los orígenes más remotos de nuestra biografía, pero es comprendiendo su funcionamiento en la actualidad que podemos influir sobre ellos de una buena vez.


Quizás reconocer estas cosas y saber aplicarlas en la clínica marque, en parte, la diferencia entre aquellos tratamientos que duran toda la vida y no producen grandes cambios en ciertos problemas específicos vs aquellos que permiten correrse del guión de vida que se estuvo interpretando para poder escribir uno más alineado con la vida que queremos vivir.

 
 
 

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Lic. Juan Pablo Kovacevich

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