Flexibilidad Psicológica: Estrategias para poner en práctica
- Juan Pablo Kovacevich
- 23 oct 2023
- 3 Min. de lectura
No se trata sólo de que aprendamos teoría; de hecho, muchas de las cosas que puedas leer aquí, o en cualquier otra parte, es posible que, aún ya sea sólo en forma parcial, ya las supieras.
Lo más interesante es poder llevarnos herramientas prácticas que nos permitan desarrollar conocimientos y habilidades con real potencial para ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida.
En este post comparto una parte de la columna de un querido amigo y colega, el Lic. Martín Reynoso, en Diario Clarín, en la cual tuve el agrado de colaborar una vez más.
Debajo dejaré el link a esta columna ya que, al igual que todo lo que escribe este querido amigo, es digna de ser leída!
Lo que quiero compartir es exclusivamente la parte en la cual menciono algunas estrategias concretas para ayudar a trabajar el "músculo" de la flexibilidad psicológica.
Como siempre, agradezco enormemente que si te gusta el contenido, le pongas like, lo compartas y te suscribas para recibir información sobre nuevos posteos.
Con esto dicho y el agradecimiento de antemano, vamos a lo importante:
Cambia, todo cambia
Ya en el siglo VI antes de Cristo, Heráclito de Efeso afirmaba que “lo único constante es el cambio”; mientras que Siddhartha Gautama, también conocido como Buda, reflexionaba sobre la impermanencia, explicando que todo lo que existe está sometido a cambio constante, nos recuerda Juan Pablo.
En las prácticas contemplativas practicamos eso: la observación atenta (y muchas veces silenciosa) de la impermanencia modelando todos los fenómenos. Sin excepción.
“En definitiva, si el cambio es la regla, poder adaptarse a él es la forma de sobrevivir, es de vital importancia cultivar y entrenar la flexibilidad tanto física como mental”, continúa el profesional.
Juan Pablo nos trae algunas estrategias valiosas para aumentar la flexibilidad psicológica:
Defusión cognitiva: implica aprender a tomar a nuestros pensamientos como lo que realmente son: contenidos mentales compuestos por sonidos e imágenes, y no como verdades objetivas en sí mismas.
Toma de perspectiva: para poder observar algo con mayor objetividad, es necesario tratar de verlo desde diversas perspectivas. Si sólo veo una cara de un cubo, no puedo estar seguro de que las restantes tengan todas las mismas características; deberé observarlas para llegar a un conocimiento más preciso.
La pausa estoica: partiendo de la base de que nuestras percepciones son abstracciones subjetivas multifactoriales, y no necesariamente verdades absolutas, la pausa propone un espacio de tiempo entre una impresión (pensamiento, sensación) y una reacción, dando lugar a una evaluación y escrutinio más preciso de las mismas (nosotros hablamos de la “pausa mindful”).
Ver los eventos desde la perspectiva de un tercero: siguiendo con la perspectiva, es útil imaginar que aquello que nos perturba le sucede a otra persona y reflexionar sobre qué pensaríamos en tal caso, cómo veríamos las cosas. Se puede complementar con juego de roles (role playing).
Aceptación: implica el reconocimiento de que, nos guste o no, las cosas son como son. A diferencia de la resignación, no se adopta una postura pasiva, sino que esta comprensión conlleva a dejar de luchar contra lo que es, para centrar el foco en cómo relacionarse con lo que sucede de la mejor manera posible, la más alineada con las cosas que realmente nos importan.
Impermanencia: Por mucho que nos afecte algo, está sometido a la impermanencia; antes o después, pasará…
Y nosotros desde nuestra perspectiva meditativa agregaríamos tres más:
La humanidad compartida, o la idea de que las cosas que nos ocurren les pueden ocurrir a los demás , que todos experimentamos situaciones similares porque somos seres humanos vulnerables. Esto disminuye la sensación de aislamiento y soledad.
La pérdida de importancia personal o disminución del ego, que apunta a mostrarnos que construimos castillos intentando ensalzarnos continuamente para ser admirados, cuando lo importante es ser uno mismo, auténtico.
El Interser o sentimiento de conexión con todo lo que nos rodea, somos parte de algo mayor que con sus leyes nos regula y organiza.
Claramente cultivar esta visión seguramente nos hará más flexibles y, por lo tanto, más sanos y más felices.
Link a la nota original: https://www.clarin.com/buena-vida/9-claves-entrenar-flexibilidad-psicologica-aumentar-bienestar_0_CXMJHX30Wo.html
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